Un tipo normal llamado Emmet es confundido con el Maestro Constructor, el salvador del universo. Y con la ayuda del místico anciano Vitruvius, una chica dura llamada Lucy y Batman, tendrá que luchar para derrotar al Señor Negocios, un malvado tirano que planea destruir el cosmos pegando todas las piezas que lo componen.
Podría ser la sinopsis de cualquier película infantil.
De hecho, es el resumen de lo que ocurre en Lego, la película (Lego the movie, por su título original, en inglés), la cinta basada en el famoso juguete de los bloques interconectables, uno de los grandes éxitos de este año en las taquillas internacionales.
Pero el sencillo argumento de los buenos contra el gran malo queda en segundo plano ante el dinamismo de los populares muñecos de plástico, de los brillantes efectos especiales. Y es que hacer la película requirió de una gran maestría tecnológica.